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sábado, 10 de mayo de 2014

¿Los municipios de nuestro Estado sufren, CRISIS FINANCIERA O DE VALORES?

Crisis financiera, en los últimos meses hemos escuchado o leído en algún medio que los municipios del Estado de México están en crisis financiera y en el peor de los casos se han declarado en quiebra técnica, no hay para pagar nóminas, no hay para pagar a los proveedores, no hay para pagar servicios, graves problemas de viabilidad financiera que limitan las operaciones básicas.

Pero la realidad es, que en un sistema político como en el nuestro, donde está prohibida la reelección inmediata pero de cualquier forma se busca brincar de un cargo a otro, incentivados por los altos sueldos más que por una convicción de vivir de la política dignamente, de ahí la importancia de dignificar la función pública y realmente ser servidores públicos y no servirnos del público ya que este último nos generará un desprestigio personal.

Los servidores públicos que no cumplan con lo establecido en la Ley, deben ser sancionados, inhabilitados, destituidos y que dichas sanciones no sean negociables, es importante se establezcan topes salariales ya que los altos sueldos que actualmente se dan en los municipios, no tienen una justificación suficiente y que desde cualquier punto de vista son insostenibles, no razonables e irracionales ya que muchos de los sueldos de los miembros de cabildo superan percepciones de gobernantes nacionales e incluso de Presidentes de otros países, y si a eso le sumamos la falta de medidas de austeridad para ejercer los gastos se convierte en un saco roto que no tiene llenadera.

“Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos,
no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad;
no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa,
sino con sujeción a las leyes;
no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio
y a la disipación,
sino consagrarse asiduamente al trabajo,
resignándose a vivir en la honrada medianía
que proporciona la retribución que la Ley haya señalado.”
Benito Juárez García

Muchos afirman que el recorte de recursos federales es la causa de que los municipios tengan problemas financieros, sin embargo y en mi opinión, el problema vas allá de la falta de dinero para que los Gobiernos cumplan con sus obligaciones económicas.

Nuestro México, uno de los países más normados y del que muchas de sus  leyes han sido tomadas como ejemplo en el extranjero para establecer sus propias leyes, pero son leyes que fueron hechas en función de la desconfianza. México un país donde sus leyes no se aplican o su aplicación es concedida al mejor postor.

Lamentablemente este tema va mas allá de las Leyes, es cuestión de principios, valores y responsabilidad social, que muchos de los servidores públicos han olvidado, el sobre endeudamiento irresponsable de nuestros gobernantes, hacer negocios privados desde el ámbito público es considerado como una virtud, la desviación de recursos, la mentira, el doble discurso, esa doble moral que caracteriza a muchos que solo son codiciosos y están hambrientos de obtener beneficios personales y el mal ajeno, que confunden la inteligencia con la habilidad para engañar, mientras más se miente, más inteligente se piensa que se es.

Desde el inicio de mis funciones como Auditor en la iniciativa privada y ahora en el sector público, he podido constatar esas prácticas inmorales, enfrentamos una crisis de valores, el problema está en nosotros, nosotros como materia prima de un país, porque pertenezco a un país donde la viveza, es la moneda que siempre es más valorada que un peso, un país donde ¿para que te esfuerzas en estudiar? adquiere tu título por una módica cantidad en la Universidad de Santo Domingo, un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia basada en principios y valores, con respeto a los demás y aun cuando resulta dolorosa la verdad, que la mayoría de los mexicanos son educados bajo principios de no respetar a la autoridad ni a las Leyes, donde las dependencias de gobierno son papelerías particulares donde los servidores públicos deshonestos se llevan para su casa todo el material necesario para realizar las tareas de sus hijos. Son muchos los ejemplos que podemos señalar respecto a las cuestiones educativas que se cuestionan, son comunes los dichos populares de que: “yo no quiero que me den, sino que me pongan donde hay, que yo me encargo de lo demás”,  “el que no tranza no avanza” o en pláticas de hijos propensos a mentir; “este niño es muy mentiroso, será un buen político”. Que nunca más estos dichos mexicanos se hagan realidad.

“Sólo los hombres honrados y de conocida aptitud desempeñarán los empleos, desaparecerá esa plaga de pretendientes inoportunos que quieren vivir del erario sin merecerlo… y los ramos todos de la administración pública recibirán notables mejoras por el buen servicio de sus empleados”. (Juárez, 2000: xx).

Pues al llegar al cargo“… resulta que las autoridades se ven constantemente importunadas por multitud de pretendientes ineptos y viciosos, que si son colocados, como que reputan los empleos por un puesto de descanso y de comodidad, desatienden las labores a las que deben dedicarse con empeño, se paraliza el giro de los negocios y el Estado - en este caso el municipio - sufre el perjuicio de pagar con puntualidad unos hombres que no le sirven de la misma manera; y si no son considerados o se les separa por ineptitud o mal manejo, van luego a engrosar las filas de los ambiciosos..” (Juárez, 2000: xx).

Estamos en un país donde la gente está llena de faltas, donde hemos matado al perro o algún familiar más de 10 veces, con tal de justificar una inasistencia a la escuela o el trabajo sin ningún remordimiento, pero disfrutamos hablar en contra de los gobernantes y los políticos, mientras más los criticamos, mejores somos como personas, a pesar que ayer adquirimos discos y ropa piratas o nos fregamos a los trabajadores no pagándoles su tiempo extra y lo que por ley les corresponde. Carecemos de valores éticos por una falta de educación familiar dotada de principios.

Pero, ¿Dónde comienza el camino de la mentira y la corrupción de los servidores públicos en la realización de su trabajo?, pues en los documentos elaborados de forma voluntaria por nosotros mismos, para justificar las razones para ocupar algún cargo público y en la mayoría de los casos incluimos información falsa para engañar a nuestro contratante y que él no verifica, con tal de obedecer a instrucciones superiores que pagan compromisos políticos y que sin pensarlo esas decisiones les afectaran en un futuro por contratar servidores públicos sin el perfil idóneo. Esos tiempos de callar y obedecer ya se terminaron.

He podido verificar un sin número de veces esas prácticas inmorales ya que la mayoría de los documentos que soportan el currículum son falsos o no existen y esta situación se da desde el Rango más alto hasta el servidor público de menor rango, recordemos vergonzosas situaciones para la vida política de nuestro país, lo es el de una persona nombrado Secretario de Educación Pública al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, quien decía ser Licenciado en Derecho por la UNAM y Doctor en Derecho por la Universidad de Harvard, grado y posgrado que eran falsos y al ser descubierto fue necesario presentar su renuncia, otra, la vivida por Carlos Salinas de Gortari, a quien en su campaña, se le presentaba como Doctor en Economía por la Universidad de Harvard y que al ser desmentido oficialmente dicho postgrado por la propia Institución, no tuvo otra opción que demostrar que solo contaba con la Licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Como estos casos existen miles a cualquiera de los niveles: federal, estatal y municipal.

El crear documentos curriculares con información no apegada a la verdad, debe obligar a que las autoridades competentes revisen dichos documentos y sancionen a los servidores públicos que presenten esta conducta inmoral, después de todo la Ley Orgánica Municipal del Estado de México establece ciertos requisitos con los que deben cumplir algunos de los funcionarios públicos y la usurpación de profesión es sancionada por el Código Penal, en el caso de ostentar una profesión sin serlo.

Como mexicanos tenemos muchas cosas buenas, pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita, porque esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad, esa falta de calidad humana, la degradación y pérdida de los valores éticos y morales en las familias genera muchos de los problemas que actualmente enfrentamos, es lo que nos tiene fregados.

Tenemos que erradicar esos vicios que tenemos como pueblo y después a cambiar nosotros solitos, debemos cambiar nuestra forma de pensar, denunciar las prácticas corruptas, casos de enriquecimiento inexplicable, educar a nuestros hijos en valores anticorrupción, utilizar los instrumentos jurídicos para evitar que los servidores públicos tengan impunidad. Esto puede ser una contribución importante a la sociedad.

Ser hombres y mujeres íntegros, es la perfección del carácter, es esa honestidad con la que debemos proceder con el tiempo, pero también debemos medir las consecuencias de serlo, porque podemos caer en la tentación de dejarlo de ser, porque las consecuencias de ser integro a los ojos de los demás provoca te vean como un obstáculo, como la piedra en el zapato, como un reto, que les va a impedir tranzar para avanzar. Ser íntegros y honrados nos puede hacer vulnerables porque podemos perder muchas cosas, empezando por el trabajo, sin embargo nos señalaran para indicar ahí va alguien en quien puedes confiar para hacer las cosas bien.

Claro está que la malversación de fondos públicos destinados a la obra pública, adquisición de bienes y servicios, designación de cargos y puestos públicos (nepotismo), el pago de altos sueldos y tráfico de influencias, tienen su raíz en la mentira, la arrogancia, el abuso de los puestos públicos para propio beneficio y el engaño, de aquí la importancia de impulsar una cultura en la responsabilidad y la ética, ya que estos factores señalan la falta de lealtad al Estado.

Esta generación corrupta, o como quieran llamarla, es la que debe enseñar a nuestros hijos como hacer las cosas, esto quiere decir que no todos somos corruptos y estamos comprometidos en inculcar y difundir la cultura de la legalidad porque la vivimos y practicamos.

Nuestras futuras generaciones deben ver en esta generación ejemplos a seguir en la iniciativa privada o sector público porque tenemos la obligación de enseñar la cultura de la legalidad ya nuestros compañeros servidores públicos crearles conciencia de que el no cumplir la Ley daña a nuestra sociedad y lastima a nuestros niños.

“Los políticos estamos obligados al ejercicio de virtudes,
Tales como la honestidad, la integridad, la imparcialidad.
Que son requisitos básicos en el ejercicio del poder.”
                                                           Rafael Morgan Ríos

Por lo anterior quiero resaltar la responsabilidad compartida que tienen las Contralorías Municipales que entre sus funciones prioritarias se encuentran la definición de estrategias de supervisión y control, recepción y atención de quejas ciudadanas, vigilar el ejercicio del gasto, determinar sobre responsabilidades administrativas de los servidores públicos, realizar auditorías, etc., por lo que uno de los fines fundamentales de las contralorías es incrementar la confianza de la ciudadanía en su gobierno.

Estas funciones obligan a una revisión más profunda sobre el perfil con que debe contar el Contralor Interno Municipal, no podemos seguir improvisando al servidor público que ocupe este cargo porque requiere una experiencia práctica y una formación técnica que es un fundamento indispensable de la capacidad profesional; sin embargo, ésta última requiere una madurez de juicio que no se logra simplemente con la formación técnica.

“La esencia de las contralorías y de los órganos de control no es sancionar o ver a cuántos funcionarios se les impone una sanción,
es inhibir prácticas que dañan a la sociedad.”
                                                 Victorino Barrios Dávalos

Los verdaderos cambios no están en las leyes, están en las conciencias, en sus conciencias, en mi conciencia, por esta razón he decidido buscar al responsable, para exigirle que mejore su comportamiento y estoy seguro que lo voy a encontrar hoy cuando me vea en el espejo, ahí estará, no necesito buscar en otro lado y le voy a EXIGIR que haga un México mejor.

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